Buenas,
El pasado miércoles “El País” venía gordo. No era día de suplementos por lo que me sorprendió el grosor y el peso del producto. Al abrirlo me encontré con un ostentoso suplemento, titulado “Shopping”, en el que se mostraban con total impudicia los más variados artículos de lujo de marcas como Dolce & Gabanna, Gucci, Rolex, etc, etc. Qué oportuno, pensé, con la que está cayendo y me salen con un suplemento de artículos totalmente prescindibles y cuyos precios eran ofensivos. Pasé de la sorpresa a la indignación, y de ésta, a la resignación. Era la continuación lógica de la entrevista a Óscar de la Renta en la última página del mismo periódico del día 20 de Noviembre (¿casualidad?) y dónde el modisto postulaba que “El lujo no está en crisis”. No tiene que estarlo para pagar 20 euritos por dos cafés en el Hotel Ritz de Madrid que es dónde se celebró la entrevista-atraco. Quién está en crisis no es el lujo, no. Quién está en crisis son los valores. ¿“Shopping” o “Shepping”? No estamos para tonterías, la gente lo pasa mal, tiene problemas y aunque los ricos puedan gastarse lo que quieran en lo que quieran, a mi me ofende. ¿Que me puedo comprar un “Hummer”, un “Cayenne”? Pues me lo compro, que para eso especulo y tengo dos criadas filipinas. Pero mientras unos pasean en coches nada sostenibles y se divierten con el sufrimiento ajeno, otros, menos afortunados, buscan bajo la alfombra de nuestros abarrotados supermercados para encontrar algo con que alimentar a su familia. Vamos mal, acabaremos fatal. Pero poco importa. Siempre podemos consolarnos sabiendo que otros están peor (Condition-Critical).
Apa, adéu.
viernes, 28 de noviembre de 2008
martes, 11 de noviembre de 2008
!Brígida, paga lo que me debes!
Buenas,
Vivo en Sant Feliu de Guíxols i trabajo en Girona. Esto quiere decir que cada día me como unos 37 km para ir al trabajo en la Universidad y otros 37 para volver. No hay problema.
Durante el trayecto pongo el piloto automático y pienso en mis cosas. A veces, sin embargo, la realidad se impone y me despierta del sopor. Hoy un ejemplo. Y créanme, es real.
Al llegar a Girona paso por delante de dos colegios de pago (el célebre Montessori y el no menos célibe Les Alsines). Ambos son buques insignia de la educación en nuestro país y es allí donde las familias que se lo pueden permitir mandan a sus retoños a formarse sin la interferencia de otras culturas o demás contratiempos. Como llego sobre las 9, coincido con el ritual diario de la peregrinación familiar consistente en llevar a los hijos a la escuela. Hoy, se cumplía este ritual cansino: bólidos en fila, niños con uniforme, madres de muy buen ver, Corporación Dermoestética en su máximo esplendor, todo en orden. ¿Todo en orden? No! Había algo que no encajaba... una mota de polvo en el impoluto traje de la burguesía gerundense. Delante del portón del Montessori una señora blandía una cartulina con un mensaje. En un primer momento me ha recordado a esos tipos que esperan en el aeropuerto al ejecutivo de rigor mostrando un cartel con el nombre del ilustre visitante. Como marchábamos despacio he podido fijarme bien. La señora no parecía de aquí, tenia facciones latinas y he supuesto que quizás era sudamericana y que esperaba a alguien a quién no conocía (de ahí la necesidad del cartelito). Después me he fijado en el cartel y en lo que ponía: BRÍGIDA, PAGA LO QUE ME DEBES! Así, en crudo, creo que Times New Roman, Negrita, Tamaño 40. Me he quedado de piedra. ¿Cuantos meses le deben a esta pobre señora para que haya tenido que recurrir a esta estratagema? ¿Habrá cumplido su objetivo? ¿Habrá visto el cartelito la Sra. Brígida (con este nombre no hace falta el apellido)? ¿Se habrá incomodado? ¿Lo habrán visto sus vecinas, amigas o compañeras de gimnasio? Y lo más importante ¿Servirá esta última reivindicación para poder cobrar? No lo creo. Creo que Brígida tenía hoy hora para depilarse y no ha podido llevar a los niños al colegio. Una verdadera lástima ya que la vergüenza sólo es efectiva cuando se comparte. Aun así, el despido está asegurado. Espero que su sustituta pueda leer este blog.
Nos vemos.
Vivo en Sant Feliu de Guíxols i trabajo en Girona. Esto quiere decir que cada día me como unos 37 km para ir al trabajo en la Universidad y otros 37 para volver. No hay problema.
Durante el trayecto pongo el piloto automático y pienso en mis cosas. A veces, sin embargo, la realidad se impone y me despierta del sopor. Hoy un ejemplo. Y créanme, es real.
Al llegar a Girona paso por delante de dos colegios de pago (el célebre Montessori y el no menos célibe Les Alsines). Ambos son buques insignia de la educación en nuestro país y es allí donde las familias que se lo pueden permitir mandan a sus retoños a formarse sin la interferencia de otras culturas o demás contratiempos. Como llego sobre las 9, coincido con el ritual diario de la peregrinación familiar consistente en llevar a los hijos a la escuela. Hoy, se cumplía este ritual cansino: bólidos en fila, niños con uniforme, madres de muy buen ver, Corporación Dermoestética en su máximo esplendor, todo en orden. ¿Todo en orden? No! Había algo que no encajaba... una mota de polvo en el impoluto traje de la burguesía gerundense. Delante del portón del Montessori una señora blandía una cartulina con un mensaje. En un primer momento me ha recordado a esos tipos que esperan en el aeropuerto al ejecutivo de rigor mostrando un cartel con el nombre del ilustre visitante. Como marchábamos despacio he podido fijarme bien. La señora no parecía de aquí, tenia facciones latinas y he supuesto que quizás era sudamericana y que esperaba a alguien a quién no conocía (de ahí la necesidad del cartelito). Después me he fijado en el cartel y en lo que ponía: BRÍGIDA, PAGA LO QUE ME DEBES! Así, en crudo, creo que Times New Roman, Negrita, Tamaño 40. Me he quedado de piedra. ¿Cuantos meses le deben a esta pobre señora para que haya tenido que recurrir a esta estratagema? ¿Habrá cumplido su objetivo? ¿Habrá visto el cartelito la Sra. Brígida (con este nombre no hace falta el apellido)? ¿Se habrá incomodado? ¿Lo habrán visto sus vecinas, amigas o compañeras de gimnasio? Y lo más importante ¿Servirá esta última reivindicación para poder cobrar? No lo creo. Creo que Brígida tenía hoy hora para depilarse y no ha podido llevar a los niños al colegio. Una verdadera lástima ya que la vergüenza sólo es efectiva cuando se comparte. Aun así, el despido está asegurado. Espero que su sustituta pueda leer este blog.
Nos vemos.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
ESTAMOS SALVADOS
Buenas,
Esta mañana me encuentro un viejo conocido que, con un tono de voz exultante me suelta:
- ALEGRA ESA CARA, ESTAMOS SALVADOS...QUE HA GANADO EL MOJAMA ESE!!
Me quedo pasmado. Es un broche de oro para el final de la campaña global que hemos sufrido.
No hay mejor analítico que un jubilado equipado con esa fina ironía del que ya lo ha visto todo y sabe que ya nada importa.
Esta mañana me encuentro un viejo conocido que, con un tono de voz exultante me suelta:
- ALEGRA ESA CARA, ESTAMOS SALVADOS...QUE HA GANADO EL MOJAMA ESE!!
Me quedo pasmado. Es un broche de oro para el final de la campaña global que hemos sufrido.
No hay mejor analítico que un jubilado equipado con esa fina ironía del que ya lo ha visto todo y sabe que ya nada importa.
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