lunes, 1 de junio de 2009

MARS ATTACKS!!

Han llegado. Hoy ya ocupan buena parte del Campus. Tengo su nave nodriza justo delante de mi oficina. La veo desde la ventana. El movimiento es constante. No se están quietos, hormiguean sin descanso. ¿Qué estarán tramando?

Cuando llegaron lo hicieron tímidamente. Ofrecieron su ayuda y se mostraron modestos y complacientes. — No teneis por qué preocuparos! Venimos a colaborar, nunca a competir! —Dijo su Comandante en Jefe, el poderoso R2B2.

Hoy dominan el cotarro. Nada se mueve sin su permiso. Están construyendo un campamento a pocos kilómetros de aquí. La tecnología más avanzada, los guerreros más feroces, los edificios más modernos. Todo diseñado para que se sientan cómodos, para que trabajen a gusto, para que alimenten su ego y su estatus con las mejores instalaciones.

Nada queda para los indígenas que levantaron el poblado. No hay dinero para los mediocres, ni compasión para los ingenuos. Dentro de poco sólo existirá una raza, la de los triunfadores. Brillará sobre nuestras cabezas su tótem emblemático, esa serpiente enroscada en el cetro griego. Los demás nos conformaremos con las sobras, investigaremos con lo puesto, resistiremos entre las ruinas. Quizás persistamos en nuestras ideas, quizás no. Probablemente mutaremos como lo hicieron nuestros antepasados. Nos convertiremos en sucedáneos de lo que somos, en cadáveres con bata y sin futuro. Finalmente moriremos, olvidados y sin recuerdo. Nadie se acordará de aquéllos estúpidos que se enfrentaron a los Colonos. En la Historia no hay lugar para los perdedores.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un futur una mica apocalíptic pels cadells d'indígenes que pugen (o que, pobres d'ells, així ho creuen)...

Dña.Manolita dijo...

¡¡Pero bueno...!!

¿Quién petunias son esos invasores? ¿A quién obedecen las malditas huestes?

Perplejo me hallo